La postura puede determinar desde el rendimiento escolar hasta las lesiones repetitivas de los runners

QUIM VICENT, D.O. y director de Arvila Magna, expone en este artículo la importancia de la postura y los beneficios que supone su corrección en aspectos como el rendimiento escolar o las lesiones deportivas.
Podríamos pensar que el enunciado del artículo es muy ambicioso, pero lo que expondré en las próxima líneas os demostrará cómo las consecuencias de una actitud postural inadecuada pueden determinar nuestra vida.

Me siento increíblemente afortunado por la oportunidad que me ha ofrecido la vida de visitar mano a mano con el profesor Ignasi Beltrán.
Estar al lado de un sabio te permite empaparte de una energía de conocimiento, pero, además, compartir ambos ese entusiasmo como si fuera el primer día que pasáramos consulta es extraordinario.
Entrando en materia, el primer punto que me gustaría aclarar es la necesidad de unir dos disciplinas tan importantes como la osteopatía y la posturología. Con una manipulación osteopática podremos ajustar la restricción que tenga nuestro paciente, pero, si no tiene una postura adecuada, dicha restricción volverá a aparecer tarde o temprano.
En cuanto a los niños, y dejando a parte que el actual modelo escolar no es de mi agrado, porque no me parece acertado clasificar a los niñ@s con un número o una cualificación, me pregunto: ¿es que estos pequeños no tienen otras posibilidades o cualidades igual de importantes?
A la consulta me han llegado muchísimos casos de dislexia, de déficit de atención diagnosticado, bajo rendimiento escolar…, ¡y únicamente eran problemas posturales! 
Actuando sobre la postura, todas esas “dislexias o déficits de atención” han sido solucionados y lo niños han pasado de ser los raros de la clase a alumnos muy aptos para cursar en cualquier escuela con un gran rendimiento.
Les pondré un ejemplo donde se entenderá mucho mejor: un niñ@ que sea un respirador bucal tendrá un conjunto de adaptaciones posturales que determinarán su vida, no sólo en el plano físico, sino también en el emocional.
Puede ser que este niño presente también problemas de oculomotricidad (nada que ver con que vea bien o no, lleve gafas o no). Los ojos son un captador importante, están dominados por siete músculos y, si no pueden hacer todos los movimientos, posiblemente podrá tener una exoforia (al pedir al niño ponerse bizco, uno de los ojos o los dos, no podrá hacerlo y se desplazará hacia fuera), y en ese momento podrá ver doble, por lo que automáticamente el cuerpo compensará ese déficit provocando una lateralización de la cabeza, llegando esa adaptación hasta los pies, dando lugar a una pisada asimétrica, pero no nos confundamos: el fallo no está en los pies, se trata de una pisada adaptativa.
Probablemente este niñ@ cuando lea textos de la escuela no podrá seguirlos, porque se saltará algunas de las líneas, lo que supondrá un terrible esfuerzo llegar a leer un párrafo y además entenderlo. Si, además, son textos que no son de gran interés para los pequeños imagínense el drama para ellos.
A estos pequeños enseguida se les etiqueta de malos estudiantes y, señores, puedo afirmar con mayúsculas si hace falta, que, en muchos casos, los responsables no son ellos sino su propia postura.
Actuando con pequeños cambios se asombrarían de los resultados obtenidos: su ansiedad mejora al ver como le empiezan a salir las cosas y progresan, sin presión de los padres ni de los profesores.
En estos niños, como la pisada será adaptativa, asimétrica (por ejemplo, un pie es más pronado que el otro, más “plano”) podría ser un error hacer un estudio de la marcha con un podólogo, porque se requiere un estudio postural-osteopático para corregirlo y poner plantillas (si fuese necesario) propioceptivas para cambiar la información y corregir la postura.
Toda esta explicación, se puede aplicar a cualquier persona, no sólo a los peques, a todos los nuevos o antiguos runners con problemas en una rodilla o en otra, con molestias en el lado izquierdo o derecho. Si la postura no está compensada, existe un enorme riesgo de lesión porque habrá musculatura totalmente desactivada y, al sumarle una exigencia deportiva, el riesgo de lesión o de degeneración articular (artrosis) será muy alto.
Otra consecuencia más de todo esto, entre infinitas patologías, son las fascitis plantares, pero no son más que etiquetas que no afrontan el origen.
Mi experiencia profesional de unir la osteopatía con la postura me ha permitido prolongar el bienestar de muchos pacientes, llegando a olvidar patologías que arrastraban de mucho tiempo atrás.
En la consulta, las primeras visitas siempre son diagnosticadas desde el punto de vista osteopático-postural, entendiendo la salud como una íntegra unión del estado postural, funcionamiento metabólico y emocional y de CON-ciencia.
Si no somos capaces de entender que es necesario un trabajo en equipo (unidos los médicos, con los osteópatas, odontólogos con visión integradora, optometristas y terapeutas en general) seguiremos viendo la medicina como un conjunto de especialidades, observando sólo el síntoma, y los pacientes seguirán creyendo que la única solución pasa por el fármaco.
Nosotros seguiremos dando sentido a este maravilloso camino, donde seguramente no hacemos las cosas mejor que otros, pero mantenemos el respeto y la ilusión para ayudar a los pacientes que nos regalan su confianza desde el primer día.

Personalmente, después de años relacionando la boca con muchas patologías, después de ayudar a muchos bebés y adolescentes, si una cosa puedo afirmar, es que no imagino una forma de trabajar que no sea con medicina integradora.
Muchas veces el cuerpo no precisa grandes cambios, solamente entender lo que necesita, ver el síntoma como una alarma y no como un problema. Esto nos permitirá ayudar a los pacientes, evitar diagnósticos precipitados y mejorar su calidad de vida.
Desde aquí, agradezco de antemano vuestra confianza y nunca perdáis la esperanza de solucionar lesiones cronificadas, no perdáis la confianza escolar en vuestros hij@s, a veces solamente necesitamos darnos cuenta del origen del problema.