Podología infantil
En los recién nacidos desde los 9 a los 24 meses el pie crece rápidamente hasta la edad de 5 años en que crece alrededor de 1 cm por año, por tanto el arranque es particularmente importante y debe tomarse en cuenta el riesgo de distorsión inherente al uso de calzado inadecuado.
En los niños hasta los 12 meses no se recomienda en absoluto el uso de ningún calzado a partir de esta edad y hasta los 36 meses se recomienda el uso de zapatos llamados primeros pasos.
A esta edad el pie del bebé es fisiológicamente más bien de forma redonda y plana. Las formas deben ser asimétricas respetando la anatomía del pie y proporcionando un buen apoyo incluyendo la parte trasera y el tobillo.
Los zapatos no deben ser demasiado pesados y deben disponer de una suela flexible, todo ello fabricado con materiales de calidad, y la punta del zapato debe permitir el movimiento de los dedos de los pies y la movilidad en todas direcciones.
En la edad que va entre los 3 y los 6 años y medio el pie se acaba de definir y se forma la curva, son preferibles los zapatos altos, con un talle por encima o debajo del tobillo y en ningún caso a ras del mismo para evitar posibles lesiones.
A los cuatro años de edad se recomienda la primera visita al podólogo, antes de esta edad a menos que se tenga alguna duda importante por alguna deformidad o desviación que se observe, no es necesario. En este caso el profesional intervendrá para corregir las interferencias y diseñar los aparatos ortopédicos apropiados que se adapten a la anatomía del pie del niño.
En este caso opcionalmente el podólogo podrá derivar el problema a otro profesional de la salud.
En la Clínica Podológica Ortiz de Anguera encontrará el profesional sanitario adecuado para la terapia y tratamiento de sus pies, con el equipamiento adecuado para realizar diagnósticos y aplicar los tratamientos ortopodológicos personalizados más idóneos.