Reflexología

La reflexología es una técnica milenaria cuyos antecedentes se encuentran en la antigua China, las tribus de los Estados Unidos y en Egipto. Fueron estos últimos quienes descubrieron que había órganos y partes del cuerpo que tenían un punto reflejo en las plantas de los pies. Cada uno de los movimientos que el terapeuta llevaba cabo en esta zona despertaban una sensación determinada en otra parte del cuerpo. De la misma forma, en Estados Unidos este masaje era parte de una ceremonia sagrada. Y es que creían que los pies guardaban una estrecha relación con la tierra al ser el punto principal de contacto con ella. Hay que tener en cuenta que se trata de una terapia complementaria a otros posibles tratamientos.

Es una terapia holística por lo que permite tratar cuerpo, mente y espíritu. Consiste en presionar ciertos puntos específicos en la planta del pie consiguiendo con ello activar el riego sanguíneo y linfático, dando pequeños impulsos al órgano correspondiente.  Reduce la  tensión, alivia trastornos de la salud, mejora la circulación, elimina toxinas y ayuda a  recuperar el estado natural de salud y bienestar. Como terapia preventiva es también muy efectiva y hace posible detectar problemas antes de que se conviertan en enfermedades más serias. En cuanto a los beneficios más destacados de la reflexología podal destaca el alivio del estrés y el relax que produce en una sesión. Ayuda a reactivar la circulación, relaja la musculatura y evitará posibles contracturas, favorece la eliminación de toxinas y los mecanismos de depuración y ayuda a mejorar la calidad del sueño.

Previamente realizaremos una historia clínica para hacer un tratamiento específico e individualizado a cada paciente. La duración de las sesiones va a oscilar entre 20-60 minutos en función del tratamiento y duración elegida. También se puede realizar únicamente masaje podal, muy relajante y aconsejable.